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Durante la época islámica, la ciudad de Badajoz fue dotada de torres vigías o atalayas situadas a cierta distancia de la misma, normalmente en cerros o lugares con buena visibilidad, y cubriendo todo el terreno circundante a la ciudad. La función de estas torres vigías era la de controlar los caminos y avisar mediante señales luminosas o de humo, en caso de peligro. Se sabe por la cartografía militar que estas torres estuvieron en uso incluso hasta la Guerra de la Independencia, en el siglo XIX. De las numerosas atalayas con que contó Badajoz en el pasado, sólo se conservan cuatro de ellas. Otras como la de Alcarache (cerca de Caya), San Gaspar (cerro del mismo nombre), del Rey y de San Juan (cercanas al Fuerte de San Cristóbal) ya no se conservan (o al menos se desconoce si quedan restos).

1. Atalaya de Los Rostros	s. XII

Frente la Urb. Cerro Gordo, en un cerro al otro lado de la autovía y perfectamente visible desde ésta (lado izquierdo circulado sentido Badajoz)	Abandonada

La Torre de Los Rostros es la atalaya de época musulmana mejor conservada en Badajoz, y era la encargada de vigilar el camino de Badajoz a Mérida. Fue construida en el siglo XII y presenta una altura de 12 metros y, al igual que la Torre Espantaperros, tiene planta octogonal. La parte baja de la torre es maciza, mientras que la superior es hueca y está cubierta con una bóveda de cañón, y donde se encuentra la subida a la terraza. El acceso a esta parte superior se realiza mediante una puerta situada a cierta altura, la cual contaba originalmente con una escalera de madera o de soga, fácilmente retirable en caso de necesidad. La torre está construida en mampostería, enlucida con cal y arena. A su vez, la torre está protegida por una barbacana o antemuro que la rodea, y que cuenta con entrada en recodo, característico de las obras almohades. A pocos metros se encuentra una segunda barbacana, exterior a la primera, cuya función era la de proteger a los que observaban el horizonte. El deterioro que sufre es bastante acusado, a pesar de que en 1997 fue objeto de una restauración parcial y poco acertada.


Vista de la torre y su entrada superior. Alrededor la barbacana protectora interna, que protegía a la torre.	Vista de la barbacana exterior a la de la torre, que protegía a los que vigilaban el horizonte

2. Atalaya del Camino de Yelves	s. ¿?

Campus Universitario, traseras del Instituto de Medicina Legal y de los edificios del Parque Científico y Tecnológico	Gravemente alterada recientemente

En el año 2000 se identificaron los restos de la que fuera la Atalaya del Camino de Yelves en la zona por donde discurría el antiguo camino con ese nombre, hoy parte del Campus de la Universidad de Extremadura. La forma de la torre es cuadrada, de 3x3 metros, construida en tapial, con muros de 85 centímetros de grosor y una altura de más de 1,20 metros. Se desconoce la altura que pudo tener esta torre originalmente. Lamentablemente en los últimos años se han construido edificaciones nuevas en el campus que han alterado irreversiblemente los restos de la torre, quedando éstos descontextualizados, elevados sobre una estructura de hormigón e incrustados en una zona completamente asfaltada.

Vista de los restos de la Atalaya del Camino de Yelves en junio de 2009, antes de las obras.

Vista de los mismos restos en febrero de 2011, tras la urbanización de la zona.

3. Atalaya La Quebrada (o de Torrequebrada)	s. ¿?

Urbanización La Atalaya	Uso privado

Esta torre se encuentra formando parte de una casa, en el cortijo de Torrequebrada, Urbanización La Atalaya. Es de forma cuadrada, con 2,5 metros de lado y 6 metros de altura, y construida en tapial.

Fue levantada en época almohade, y mantuvo su función de comunicación y control de caminos hasta la Guerra de la Independencia (s. XIX) como el resto de atalayas.

4. Atalaya de los frailes o de Tres Arroyos	s. ¿?

Tres Arroyos	Abandonada

La última de las atalayas conservadas es la denominada Atalaya de los frailes o de Tres Arroyos. Es una torre de mampostería de base cuadrangular, que se encuentra en el paraje de Tres Arroyos, visible a lo lejos desde la carretera (carretera de La Corte) a la altura del km 6, dentro de propiedad privada. El estado de conservación es muy deficiente. Además esta torre no está contemplada en el catálogo de construcciones de valor histórico del P.G.M. del Ayuntamiento de Badajoz, como sí lo están las otras tres atalayas comentadas anteriormente.

Atalaya de los frailes o de Tres Arroyos

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