El Puente de Palmas fue construido sobre otro anterior, originario de 1460-1511, y destruido en una riada en 1545. El puente actual se concluyó en 1596. El puente es de traza recta, con una ligera elevación en su parte central, una longitud de 600 metros, y 32 arcos. La importancia estratégica del puente se pone de manifiesto por las fortificaciones y defensas dispuestas en ambos extremos: el Hornabeque del Puente de Palmas, la Puerta de Palmas, etc.

   De estilo herreriano, y fabricado en piedra, el puente ha sufrido múltiples desperfectos por crecidas del Río Guadiana. Por ejemplo, en 1603, 16 de los 24 ojos que tenía en la época resultaron dañados y tuvieron que ser reconstruidos; en 1758 y 1828 el puente volvió a quedar sumergido bajo las aguas de las crecidas, y necesitó nuevas reparaciones; etc… Después de las actuaciones de 1880, donde se reconstruyeron 7 arcos y se les añadieron ojos de buey, el puente ha resistido todas las crecidas del río.

   A principios del s. XX se construyeron los castilletes, y unos voladizos laterales para los peatones. En las obras de “restauración” del año 2003 se eliminó dicho voladizo y gran parte de la barandilla metálica, quedando mutilado.

El Puente de Palmas desde la orilla de la margen derecha.

La Puerta de Palmas, al inicio del Puente de Palmas

Los castilletes que se añadieron en el ensanche central del puente.

    Este puente sobre el río Gévora, situado a unos 5 km de la ciudad fue construido entre 1531 y 1535. Está construído a base de ladrillo y piedra, tiene unos 220 m de longitud y consta de 17 arcos.  La obra es de Gaspar Méndez, arquitecto e ingeniero autor de numerosas construcciones en la ciudad de Badajoz.

El puente desde las traseras de la Cantina de Gévora.

Vista de los arcos centrales desde el puente de la antigua N-523 (Cáceres a Badajoz), abandonada tras construir la carretera EX-100.