El Revellín de San Roque fue construído a mediados del siglo XVIII, como uno de los elementos defensivos exteriores de la ciudad, junto con los Fuertes de Pardaleras, del Príncipe y de San Cristóbal, las medias lunas, y otros muchos. Cubría la zona comprendida entre los baluartes de La Trinidad y San Pedro.

      De forma triangular presenta dos laterales en ángulo, terraplén revestido, parapeto y banqueta. Los revellines tenían una altura inferior a la de las murallas de la ciudad, y además la cara más próxima a ésta estaba desprotegida. En caso de caer en manos de los enemigos éstos no podían hacerse fuertes en su interior, y además se permitía el rápido acceso de apoyos desde la ciudad o bien la retirada hacia la misma.

      El interior del revellín está muy modificado puesto que en las últimas décadas acogió diversos servicios municipales como el servicio de bomberos y al servicio de limpieza.

      Durante los años 2010 y 2011 el Ayuntamiento de Badajoz llevó a cabo un proyecto de rehabilitación del revellín para adaptarlo como albergue juvenil y sede para asociaciones. Una de las medidas tomadas ha sido la eliinación de las construcciones interiores que sobresalían por encima de los muros para devolver el carácter horizontal al monumento. Lamentablemente las garitas, el cordón y otras partes se han recuperado sólo parcialmente.

     Los alrededores del revellín están así mismo desigualmente conservados. La parte más próxima al arroyo Rivillas fue rehabilitada como parque, y en esa zona pueden observarse restos de los antiguos elementos defensivos que acompañaron a este revellín (traveses, camino cubierto, plaza de armas,...; ver fotos inferiores). El lateral derecho ha quedado asfixiado contra construcciones modernas que lo tapan y ocultan. En un entorno fuertemente alterado, el revellín ha quedado como un elemento aislado y oculto. Una distancia mínima de separación debería quedar entre los elementos del sistema abaluartado y el resto de construcciones urbanas, para permitir la observación de los mismos del mejor modo posible.

     En la actualidad se utlilza como Audotirio Municipal Ricardo Carapeto. Este revellín se encuentra defendiendo la cortina (lienzo de muralla) que discurre entre el Baluarte de San Vicente y el Baluarte de San José. Como todos los revellines es de forma triangular y baja altura. El lado más próximo a la cortina no está protegido para evitar que el enemigo se pudiese hacer fuerte en su interior. La comunicación de este revellín con la ciudad se hacía mediante la poterna que se sitúa en el costado izquierdo del Baluarte de San Vicente, protegida por un orejón.

      A pesar de haber llegado hasta nuestro días muy modificado, este revellín conserva la forma caracterísitca, los muros y el foso. Así mismo en su entorno inmediato encontramos multitud de elementos defensivos que merece la pena recorer y visitar, además de los anteriormente mencionados baluartes de San Vicente y San José.

      De los diferentes fuertes que formaron parte del sistema defensivo de la ciudad, el Fuerte de San Cristóbal es el único completo que se conserva. Se construyó durante la Guerra de Restauración con Portugal, en el siglo XVII. Este fuerte fue uno de los primeros elementos modernos del Sistema Abaluartado de defensa de la ciudad, que estaba sustituyendo a las murallas medievales.

      El fuerte es de forma cuadrada, con dos baluartes acompañados de revellín. Todo el perímetro de las murallas del fuerte está rodeado por un foso revestido, sobre el cual se asienta otro muro y un paseo de ronda. Desde la entrada al fuerte partía un camino cubierto (se pueden observar trozos) que conducía a la Puerta de San Vicente en el Hornabeque del Puente de Palmas.

      La zona en la que se levantó el fuerte, el Cerro de San Cristóbal, estaba anteriormente ocupada por el palacio de los Duques de Orinaza, y es el mismo lugar donde Ibn Marwan pretendía fundar la ciudad en el siglo IX. El Fuerte de San Cristóbal fue un elemento muy importante dentro del Sistema Abaluartado, especialmente durante los ataques provenientes de Portugal. En 1973 fue vendido al Ayuntamiento por el Ministerio de Defensa. Desde entonces ha habido distintas propuestas de reutilización o rehabilitación (hotel, planetario, museo,…) pero ninguna llegó a consumarse. A día de hoy permanece abandonado y a la espera de que se redacte e inicie su proyecto de rehabilitación (condecido en 2011).

Revellín frente a la cortina que une los dos baluartes de la cara oeste del Fuerte.

El revellín visto desde la cortina del fuerte. Se aprecia la forma triangular, el foso y el paseo de ronda protegido por muro en la parte más externa