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El Semibaluarte de San Antonio se construyó sobre el antiguo Barrio de San Salvador. Es el punto de conexión entre el sistema abaluartado de murallas y la Alcazaba. En la construcción de este baluarte se cerró la Puerta del Alpéndiz, y se abrió el portillo anexo. Además, para rellenar el baluarte se desmochó una de las torres albarranas de la Alcazaba, la Torre de la Vieja, quedando enterrada, junto con otros elementos, hasta su descubrimiento en época reciente.
		Arranque de las murallas abaluartadas a la altura del acceso externo a la Puerta del Alpéndiz.

El semibaluarte de San Antonio, con las murallas de la Alcazaba detrás, y con las cañoneras en primer plano.		Fuerte desnivel entre el baluarte de San Antonio y la zona del antiguo vivero municipal.

El Baluarte de San Pedro se encuentra entre el Semibaluarte de San Antonio y el Baluarte de la Trinidad, y junto con éste último es de los más antiguos (finales del s. XVII). La parte superior cuenta con cañoneras, y garitas de vigilancia en los vértices (casi desaparecidas). En 1772 se le añadió en el flanco derecho una galería de fusileros y las correspondientes aspilleras. La zona interior del baluarte está desocupada y abandonada, sufriendo un deterioro constante. Entre este baluarte y el Semibaluarte de San Antonio se abre la Puerta de Mérida, inutilizada cuando se extrajo roca para la ampliación del sistema abaluartado dejando un elevado desnivel.
		Una de las esquinas del baluarte de San Pedro


Cañoneras en lo alto de la muralla del baluarte		Baluarte de San Pedro


Detalle de las aspilleras de la galería de fusileros en el flanco derecho del Baluarte de San Pedro		El baluarte contó con garitas en los vértices, de las cuales sólo se conserva la base de alguna de ellas

Entre el Baluarte de San Pedro y el Baluarte de Santa María encontramos el Baluarte de la Trinidad. Terminado en 1680, es el más antiguo del sistema, junto con el de San Antonio. Este baluarte fue muy dañado durante la Guerra de la Independencia Española, y tuvo que ser reconstruido. Por ello luce en el lado delantero derecho la inscripción 1812. Muy próximo a esa inscripción se encuentran diversos fragmentos del destruido Convento de los Trinitarios, utilizados para reconstruir el baluarte. Cuenta con cañoneras en todos sus lados, pero las garitas de vigilancia no se conservan. En el flanco izquierdo se abre la Puerta de la Trinidad, excepción a la regla de la época de abrir las puertas sólo en las cortinas entre baluartes, y no en ellos. El interior del baluarte está ocupado por el Parque 18 de Diciembre. Además se pueden observar los arcos de sustentación, las escaleras de acceso a la parte superior, y otros restos de los cuerpos de guardia y dependencias. En la parte delantera izquierda se abrió una brecha a principios del s. XX. Toda la zona exterior del baluarte está rodeada por el Parque de La Legión.
		Uno de los flancos del baluarte de la Trinidad desde el Parque de La Legión


La Puerta de Trinidad fue abierta en uno de los laterales del propio baluarte, en contra de la norma de la época		Antigua poterna o quizás caño, semienterrado, contiguo a la Puerta de Trinidad


Baluarte de la Trinidad		Baluarte de la Trinidad


Flanco del baluarte de la Trinidad en el Parque de La Legión con una inscripción conmemorativa de la histórica fecha de 1812		Detalle de la inscripción con la fecha de 1812


Acceso al adarve o paseo de ronda de la muralla desde el interior del baluarte		La parte interior del baluarte está ocupada por la Ronda del Pilar y la Plaza del 18 de Diciembre


Acceso al adarve de la muralla desde el interior de la ciudad.		Cañoneras en la parte superior del baluarte, justo encima de la Puerta de la Trinidad.


Pasadizos de comunicación del adarve del baluarte con las dependencias inferiores.		Comunicación del adarve del baluarte con las dependencias inferiores.


Detalle de uno de los aliviaderos de agua en la base del baluarte		La degradación del baluarte ha llevado a la pérdida de las garitas que remataban los vértices


Piezas reutilizadas, del Convento de los Trinitarios, incluidas en la muralla durante una de las reparaciones debidas a la Guerra de la Independencia Española

El Baluarte de Santa María está comprendido entre el Baluarte de la Trinidad y el Baluarte de San Roque. Construido en el s. XVII tuvo que ser reconstruido en el s. XVIII como consecuencia de la Guerra de la Independencia Española. Por esa razón aparece grabada en gran tamaño la fecha de 1812 en el flanco izquierdo. Posee 14 cañoneras, 5 en cada flanco y cuatro en las partes delanteras. Los vértices están rematados por garitas de vigilancia, dos de las cuales aun se conservan. En el s. XVIII se añadieron galerías de fusileros en ambos costados. El foso que rodea al baluarte está conservado y mantiene el gran parte el revestimiento característico, así como restos de otras estructuras defensivas ya desaparecidas. El interior del baluarte está ocupado por el C.P. Lope de Vega. Lamentablemente está oculto por la frondosa vegetación que le rodea, y por la presencia de la Plaza de Toros, el Colegio de la Compañía de María, y especialmente por las antiguas instalaciones deportivas del Casco Antiguo.
		Flanco izquierdo, con la fecha de 1812 grabada en él.


Histórica fecha de 1812 grabada en el flanco izquierdo.		El vértice delantero, con su garita de vigilancia.


Vista del baluarte.		Flanco delantero derecho y vértice con la otra garita conservada.


Contraescarpa del foso, al fondo restos de un través del camino cubierto.		Vista del baluarte.

El Baluarte de San Roque se encuentra entre el Baluarte de Santa María y el desparecido Baluarte de San Juan. Entre éste último y el Baluarte de San Roque se sitúa la Puerta del Pilar. Construido originalmente en el s. XVII, fue reformado en el s. XVIII añadiéndole una galería de fusileros, con sus correspondientes aspilleras, en el flanco izquierdo. Posee 16 cañoneras, 6 en cada flanco y cuatro en la parte delantera. En el s. XVIII además se construyó una plaza de toros en su interior. Esta plaza de toros quedó en desuso al construir la nueva a mediados del s. XX. En 2006 se completó la transformación de la antigua plaza de toros en el Palacio de Congresos "Manuel Rojas". Este edificio fue seleccionado por el MOMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York como uno de los 53 edificios más representativos de España en los últimos 30 años.
		El flanco derecho con sus cañoneras, y el vértice con su correspondiente garita.


Vista nocturna del Baluarte de San Roque con el Palacio de Congresos en su interior. (foto tomada de www.palaciosdecongresosdeextremadura.es)		Parte delantera derecha del Baluarte.


Parte delantera izquierda, el vértice delantero al fondo con su garita.		Flanco izquierdo, con cañoneras y garita.


Detalle de una de las cañoneras.		Detalle de una de las garitas.

El Baluarte de Santiago se encontraba comprendido entre el Baluarte de San Juan (desaparecido) y el Baluarte de San José. Este baluarte fue construido en el s. XVII, aunque sufrió ampliaciones y remodelaciones posteriores. Con forma pentagonal, en el s. XVIII se le añadió un orejón en el flanco derecho y se amplió por el lado izquierdo, dándole la conformación final que conocemos. Los orejones tenían la función de reforzar las cortinas (muralla entre baluartes) y las poternas que se abriesen para comunicar con el foso. Aunque contó con garitas en todos los vértices, y en el orejón, sólo se conserva una, parcialmente, en este último. En las zonas próximas al orejón encontramos aun el revestimiento característico del foso que le protegía. En este baluarte murió en 1812 (Guerra de la Independencia Española) el General Menacho, levantándose un monumento en su memoria en 1893 (Monumento a la Memoria de Menacho). Ya en la segunda mitad del s. XIX se añadió una construcción interna, llamada La Poterna, que sirvió como almacén y alojamiento de tropas, pero que a pesar de su nombre no tuvo la función de poterna (puerta de servicio en la muralla). La Poterna alberga el Museo del Carnaval de Badajoz.


Vista desde el foso de la parte delantera del baluarte, con sus cinco cañorenas.		El orejón y la garita parcialmente reconstruida.


Más cañoneras detrás del orejón, para defender ese flanco del baluarte, y la cortina correspondiente.		Vista de la parte delantera izquierda del baluarte, con el foso, y los restos de donde se asentó una garita.

Actualmente el baluarte se encuentra exento, aislado del resto de murallas del sistema abaluartado debido a la demolición de la cortina de unión con el Baluarte de Santiago, y posteriormente el derribo completo del Baluarte de San Juan y las cortinas de ambos lados. El interior del baluarte está ocupado por un aparcamiento subterráneo. Durante las obras de construcción se encontró una necrópolis musulmana de los siglos X-XI, y buena parte de la muralla anterior a la construcción del baluarte. Los restos de esta muralla pueden observarse desde el interior del aparcamiento, o desde la plaza que ocupa la parte superior.


El Museo del Carnaval, en el flanco izquierdo del baluarte.		El monumento conocido como Memoria de Menacho.


Vistas de la muralla anterior al baluarte actual

El Baluarte de San José se encuentra situado entre el Baluarte de Santiago y el Baluarte de San Vicente. El lienzo de muralla (cortina) que le une a éste último está conservado. Su construcción se llevó a cabo en la segunda mitad del s. XVII, y fue reformado y ampliado posteriormente. Como ejemplo, en el s. XVIII se le añadió el cinturón de refuerzo que puede apreciarse en la mitad interior de las paredes del mismo.

El Baluarte de San José, junto con el de San Vicente, delimitan una zona muy interesante para visitar, que contiene una amplia variedad de elementos conservados del sistema defensivo abaluartado: baluartes, cortinas, poterna, orejón, garitas, revellín, fosos, etc.

Presenta 8 cañoneras: dos hacia la cortina, dos hacia el revellín, y cuatro hacia el lado del Baluarte de Santiago. Dos de las tres garitas están conservadas. El interior del baluarte está ocupado en la actualidad por la Jefatura Superior de la Policía Nacional.

El Baluarte de San Vicente se encuentra comprendido entre el Baluarte de San José y el Semibaluarte de la Puerta de Palmas. De todos los elementos defensivos con los que contó en el pasado, en la actualidad conserva como peculiaridad un orejón en el flanco izquierdo, hacia el Parque Infantil, en el foso comprendido entre éste baluarte y el de San José. Junto con el Baluarte de Santiago, son los dos únicos que contaban con este elemento. El orejón protege una poterna que comunica el fondo del foso con la parte alta de la muralla. Esta poterna permitía comunicar el Revellín del auditorio con el interior de la ciudad. El baluarte contaba con cañoneras en el flanco orientado al río, en el orejón y sobre la poterna; además de garitas de vigilancia en los vértices más próximos al río, y en el orejón. La parte interior del baluarte se encuentra ocupada por el I.E.S. Castelar. El Baluarte de San Vicente, junto con el de San José delimitan una zona muy interesante para visitar, que contiene una amplia variedad de elementos conservados del sistema defensivo abaluartado: baluartes, cortinas, poterna, orejón, garitas, revellín, fosos, etc.
		Vista del flanco comprendido entre el río y el orejón.


Flanco del baluarte orientado al río, con su foso, y con cuatro cañoneras en lo alto.		El orejón visto desde el foso. Destaca su forma redondeada, la garita y las cañoneras.


El orejón, y a la derecha el flanco del baluarte que lo une a la cortina.		En la unión baluarte-cortina se abre la poterna que comunica con la parte alta de la muralla. El orejón defendía esta poterna.

La Puerta de Palmas contó con un un sistema de defensas que incluía un semibaluarte, que es el único elemento del sistema que se conserva actualmente. Consta de dos lados, uno hacia el Río Guadiana, y el otro hacia el foso de la cortina entre este semibaluarte y el Baluarte de San Vicente. En este último lado se disponen tres cañoneras. La parte interior del semibaluarte esta ocupada por el pequeño Parque de Las Viudas.
		Las tres cañoneras en el lado que mira hacia el foso.


Vista del interior del semibaluarte, con las tres cañorenas al fondo.		Vista del foso desde el semibaluarte.

Semibaluarte de San Antonio	s. XVII

Parque de La Legión y laderas de la Alcazaba (exterior), Jardines de La Galera (interior)	Bien conservado

Baluarte de San Pedro	s. XVII

Parque de La Legión (exterior), vía de acceso a la Plaza Alta (interior)	Abandonado

Baluarte de la Trinidad	s. XVII

Ronda del Pilar (interior), Parque de La Legión (exterior)	Necesita restauración

Baluarte de Santa María	s. XVII

Parque del Sapo (Zona comprendida entre Ronda del Pilar, c/ Rivillas y c/ Estadium)	Necesita restauración, oculto por vegetación, y antiguas instalaciones deportivas

Baluarte de San Roque	s. XVII

Zona delimitada por la Ronda del Pilar y la c/ Estadium	En buen estado

El Plan Baluarte, presentado por la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz (ACCB) en 2010 propone la reconstrucción de algunos tramos de muralla perdidos en las últimas décadas. La brecha abierta en el Baluarte de la Trinidad es uno de ellos:

Brecha abierta en el baluarte en la actualidad.		Reconstrucción ideal de la muralla, incluyendo pasos para vehículos y peatones.

Baluarte de Santiago	s. XVII-XVIII

Avda. Ramón y Cajal, final de la c/ Menacho	El estado de conservación necesita mejorar.

Baluarte de San José	s. XVII

Zona comprendida entre c/ Tierra de Barros, c/ Audiencia, y el Parque Infantil	Bien conservado

Baluarte de San Vicente	s. XVII

Zona comprendida entre Avda. Entrepuentes, Avda. Ramón y Cajal y c/ Tierra de Barros	Bien conservado, semioculto por la vegetación y la Avda. Entrepuentes, objeto de vandalismo.

Semibaluarte de la Puerta de Palmas	s. XVII

Avda. Entrepuentes, junto a la Puerta de Palmas y la Plaza de los Reyes Católicos	Bien conservado, pero el foso degradado