El Parque de Castelar, con aproximadamente 12.000 m², ocupa las huertas del antiguo Convento de Santo Domingo. Tras la desparación del convento como tal, la zona de los huertos (denominada Campo de San Vicente) tuvo diversos usos. A princicpios del s. XX, los jardineros Juan Nogré y José de la Concepción diseñaron el parque que hoy conocemos.

     En el parque encontramos una enorme cantidad de especies vegetales diferentes, muchas de ellas tropicales. Como ejemplo resaltar las altísimas palmeras Washingtonia, o un baobab recientemente plantado. En la reforma llevada a cabo a finales de 2009, se colocaron de nuevo carteles indicadores y paneles explicativos de las especies vegetales y de hongos presentes en el parque. En la zona central encontramos un estanque con patos y cisnes, que rodea el Monumento a Carolina Coronado. Además, un grupo de pavos reales vive libremente en el parque.

     Además del Monumento a Carolina Coronado (1945) que se encuentra a los pies del estanque de los patos, hay otros monumentos conmemorativos en este parque. El segundo es el Monumento a Adelardo Convarsí instalado en 1952, obra de José Silva. En el frontal se aprecia una reproducción, en cerámica decorada, de su cuadro “El zagal de las monjas”. El tercero es el Monumento a Luis Chamizo, busto de bronce obra de Emilio Laíz, instalado en 1966.

      Este corredor verde es el parque histórico más extenso de Badajoz, estando fragmentado en varias zonas por La Ronda del Pilar, la Calle Rivillas y la calle Hermanos Merino. El Parque de La Legión se inicia en el Semibaluarte de San Antonio (donde se continúa con las laderas de la Alcazaba), continúa frente al Revellín de San Roque hacia la Puerta de la Trinidad. Aquí la Ronda del Pilar atraviesa el parque, el cual sigue rodeando al Baluarte de la Trinidad. La Calle Rivillas divide el parque una vez más y lo separa del siguiente tramo, rebautizado en 2012 como Parque "Los Sitios de Badajoz", el cual rodea el Baluarte de Santa María hasta las antiguas instalaciones deportivas situadas en las traseras del Colegio de la Compañía de María. Tras la brecha de la calle Hermanos Merino y el colegio encontramos el último tramo, llamado popularmente Los Cañones, rodeando el Baluarte de San Roque y la Puerta del Pilar. 

      El Parque de La Legión se creó a mediados del siglo XX, gracias a la labor de Antonio Juez. El artista creó un lugar mágico y encantador con una ornamentación de cantos rodados, muchas fuentes de diversos tipos, un arroyo artificial, paseos arbolados, distintos niveles con puentes, etc. A la belleza paisajística de este parque se unen diversos monumentos conmemorativos distribuidos por el mismo. Así mismo este parque rodea buena parte del Sistema Abaluartado de murallas e incluye varios de sus elementos defensivos como parte del mismo.    

      En otra época un popular lugar de paseo y esparcimiento, en la actualidad se encuentra en situación de acuciante abandono y degradación, especialmente después de los daños sufridos en la riada de 1997. En los últimos años el parque sufre el problema de la presencia de grupos marginales, especialemente relacionados con la prostitución (cerca de la Carretera de Circunvalación) y de las drogas, incrementando la inseguridad y la degradación del mismo.

Paseo arbolado

Restos en la zona donde se encontraba la Fuente del Monumento a la Nacencia

3.1) Belleza paisajística y natural

     El primer tramo del parque (entre el Baluarte de la Trinidad y las laderas de la Alcazaba) contiene espléndidos paseos y arboledas, un estanque y un arroyo artificial seco que nacían en la Fuente de La Nacencia. Esta fuente esta construida con cantos de río, al igual que buena parte de la ornamentación del parque. Pequeños puentes de piedra y de madera permitían salvar el arroyo artificial, el cual contaba con peces y flores.

     En la parte más baja del parque, y a ambos lados de la Ronda del Pilar se encuentran dos magníficas fuentes ornamentales de estilo clásico, antiguamente decoradas con angelotes, peces, etc. Además de estas dos grandes fuentes encontramos muchas otras más pequeñas, que van desde un simple chorrito en una hornacina decorada con cantos de río, a fuentes más grandes en el suelo.

     Además de las fuentes mencionadas anteriormente, a lo largo del parque también encontramos bancos, escaleras, hornacinas, barandas, etc. maravillosamente decorados o confeccionados con cantos de río. Así mismo las especies vegetales distribuidas por el parque son presentan una gran biodiversidad y belleza.     

Restos de una de las magníficas fuentes que adornaban este parque.

Restos de una de las múltiples fuentes con que contaba el parque.

Un puente que comunica distontos elementos defensivos del Sistema Abaluartado, bajo el cual discurría un arroyo/estanque artificial.

Restos del Monumento de la Nacencia y de otros elementos del Sistema Abaluartado

3.2) Valor histórico del parque: el Sistema Abaluartado y el exterior de la Alcazaba

      El parque se construyó rodeando el Sistema Abaluartado, utilizando los fosos, caminos cubiertos y puentes como parte de su paisajismo. En la parte más profunda del parque se encuentra la Puerta de Mérida cuyo acceso es imposible debido al desnivel. Desde ahí se puede seguir por el interior de los fosos y apreciar la escarpa y la contraescarpa de los mismos, así como los mencionados anteriormente caminos cubiertos que rodeaban los fosos. Entre los puentes que se encuentran podemos destacar el puente de la tenaza que comunicaba con el Revellín de San Roque desenterrado hace pocos años. La parte del parque que rodea al Baluarte de Santa María (Parque "Los Sitos de Badajoz") también ofrece fantásticas vistas de los fosos y sus escarpas y contraescarpas, e incluso las rampas de acceso a la despararecida plaza de armas. En el lienzo de muralla contiguo al Baluarte de Santa María y en el costado del Baluarte de la Trinidad encontramos las inscripciones conmemorativas 1812 hechas con balas de cañón, fecha relevante en la Guerra de la Independencia Española. (Ver Obelisco conmemorativo a las víctimas de los Sitios de Badajoz más abajo)

      Si se sale del parque por la ladera de la Alcazaba encontramos el acceso a la Puerta del Alpéndiz, el Alpéndiz y los restos del Arrabal Oriental los cuales están sufriendo un fuerte proceso de deterioro.

      Por útlimo, lamentablemente hay que destacar que multitud de árboles, arbustos y enredaderas que ocultan y desvirtúan las murallas, e impiden su observación e interpretación correcta. Así mismo no hay continuidad a partir del Baluarte de Santa María con el de San Roque debido a las abandonadas instalaciones deportivas.

Parte del parque que rodea al Baluarte de Santa María, zona conocida como Parque del Sapo.

Próximo al Baluarte de Santa María se encuentra la inscripción de 1812, fecha relevante en la Guerra de la Independencia.

La espesa vegetación cubre las murallas.

Contraescarpa de los fosos revestidos en los alrededores del Baluarte de Santa María.

Baluarte de la Trinidad, en las traseras del Colegio Juventud.

Parque "Los Sitios de Badajoz", junto al Baluarte de Santa María. Entre las palmeras de aprecia el Obelisco (Ver Obelisco conmemorativo a las víctimas de los Sitios de Badajoz)

Baluarte de la Trinidad

Elementos defensivos del Sistema Abaluartado en el Parque de la Legión.

Zona conocida como Antiguos Viveros Municipales, junto al Baluarte de San Pedro y la Puerta de Mérida.

Contraescarpa del foso y restos de los traveses del camino cubierto.

Zona conocida como Antiguos Viveros Municipales, junto al Baluarte de San Pedro y la Puerta de Mérida.

Restos del camino cubierto Puerta del Alpéndiz-Revellín de San Roque y otros elementos del Sistema Abaluartado, en extremo deterioro.

3.3) Monumentos y Esculturas en el parque    

      En la parte más profunda del parque, a los pies del Baluarte de San Pedro se encontraba la Fuente de La Nacencia y el Monumento a La Nacencia de Luis Chamizo, bajorrelieve en bronce obra de E. Laiz Campos instalado en los 60. Muy próximo a la Puerta de la Trinidad se instaló en 1982 el Monumento a Manuel Monterrey, busto de bronce obra de José Sánchez Silva. Por último, en la zona de la brecha en el este baluarte, y mirando hacia la Ronda del Pilar encontramos el Monumento a las Víctimas de la Riada ocurrida en Badajoz en noviembre de 1997.

       En 2012, con motivo del Bicentenario de los Sitios de Badajoz (1811-1812), y gracias a la Iniciativa Ciudadana Baluarte, se inauguró el Obelisco conmemorativo a las víctimas de los Sitios de Badajoz. Este obelisco se encuentra junto al Baluarte de Santa María (Parque "Los Sitios de Badajoz"), próximo a la zona donde los ingleses abrieron una de las brechas que les permitiría tomar la ciudad en 1812.

Monumento a las víctimas de la riada de 1997.

Monumento a Manuel Monterrey.

      El Parque Infantil se encuentra encajado entre el Baluarte de San Vicente y el Baluarte de San José, e incluye diversos elementos del Sistema Abaluartado (ver apartado correspondiente). Este parque se creó a principios del siglo XX, como continuación del Parque de Castelar, y en él se situó la antigua portada de la Ermita de la Soledad. Durante todos estos años la fisionomía del parque ha cambiado sustancialmente, atravesando épocas de menor suerte que la actual.

      Hay que destacar la escalera de acceso desde el adarve de la muralla, mediante una poterna protegida por orejón en el baluarte, y el Revellín del Auditorio, recientemente reformado. Así mismo en la parte más próxima al Baluarte de San Vicente y a la calle Tierra de Barros encontramos elementos defensivos complementarios a los mencionados anteriormente. El parque además se comunica con el tramo de foso que acogió las pistas de patinaje, próximo al Semibaluarte de la Puerta de Palmas.

Vista del Parque Infantil.

Antigua portada de la Ermita de la Soledad.

Vista exterior de la poterna, en el Parque Infantil.

Vista interior del acceso a la poterna, en el Parque Infantil.

Vista de otros elementos defensivos del Sistema Abaluartado en el Parque Infantil.

Fuente y orejón.

Vista exterior del Revellín del Auditorio.

Vista interior del Revellín del Auditorio.

     El edificio de La Galera fue erigido en el siglo XVI como prisión de mujeres. Su interior forma una gran nave abovedada, de 30 metros de largo por 17 de ancho, dividida en 3 partes por arquerías de 4 columnas. Algunos de los capiteles son de origen romano y visigodo, reaprovechados de construcciones anteriores. La cubierta está formada por bóvedas de medio cañón rampantes. Desde el interior del edificio se accede a la Torre de Espantaperros. Este edificio sirvió luego como ayuntamiento, pósito, almacén y escuela; y finalmente como Museo Arqueológico Provincial, desde 1938 hasta 1989, cuando fue trasladado al emplazamiento actual, el Palacio de los Condes de la Roca. Desde entonces su uso ha sido el de almacén. En su fachada podemos encontrar el más antiguo escudos de la ciudad. La portada de los jardines procede del antiguo seminario de San Atón.

     Al fondo de los Jardines de la Galera se encuentran los restos de la Torre de la Vieja, torre albarrana hueca en su interior, con una pequeña puerta de acceso a una escalera que permitía entrar en la Alcazaba a través de una puerta situada en la barbacana de la muralla. Esta puerta, aunque es aun visible, se encuentra cegada. Esta torre fue desmochada y enterrada durante la construcción del Semibaluarte de San Antonio.

La galera, adosada al lienzo de muralla que comunica la Torre Espantaperros con el adarve.

       La Galera fue dotada con unos Jardines en la década de los 40. La rehabilitación de los Jardines de La Galera se completó en el año 2007. Los Jardines ocupan una extensión de aproximadamente 4.000 m². En los Jardines hay plantadas 90 especies distintas, la mayoría aromáticas, y destacan algunas especies semitropicales, como es el caso del árbol del amor de flor blanca.

Vista desde el exterior

Vista desde el exterior

       Una buena parte de la extensión de la Alcazaba se encuentra actualmente ajardinada y dotada de mobiliario urbano, conformando el Parque de la Alcazaba. Cabe destacar un denso pinar, y una explanada rodeada de palmeras. Esta explanada albergó en el pasado la Cruz de Los Caídos, sobre un enorme pedestal de mármol. La explanada fue utilizada durante los primeros años de la celebración de la fiesta Al-Mossassa Batalyaws, que conmemora la fundación de la ciudad por Ibn Marwan. La fiesta actualmente se celebra en la Plaza Alta y sus inmediaciones.