El camino cubierto se define como "un corredor en la parte superior de la contraescarpa, con banqueta y cubierto por un parapeto, cuya parte superior se denomina cresta" ^[1]. Los caminos cubiertos bordeaban todos los fosos, y también comunicaban la ciudad con los fuertes y revellines exteriores. Su función era la de permitir el movimiento de tropas estando a cubierto del tiro del enemigo, y permitir hacer fuego desde su interior subidos en la banqueta y con el cuerpo protegido por el parapeto. Los caminos cubiertos estaban ocultos tras un glacis: "pendiente suave que parte de la cresta del camino cubierto, pudiendo alcanzar hasta los 100 metros" ^[1].

     Las plazas de armas eran "ensanchamientos de un camino cubierto, protegidos, para permitir el reagrupamiento de las fuerzas que lo defienden e impedir el fácil acceso a la contraescarpa" ^[1].

     Para dificultar el paso del enemigo por el camino cubierto, impidiendo que pudiese enfilarlo, se situaban los traveses: "parapetos con banqueta atravesados en el camino cubierto para romper su enfilada y dificultar su ocupación"^[1]. Los traveses, junto con las estacadas, protegían también las plazas de armas. En Badajoz sólo se situaron traveses en los extremos de las plazas de armas, en el Hornabeque, y en el camino cubierto desde el Puente de la Tenaza de La Trinidad hasta la Puerta de Mérida.

Camino cubierto del revellín del Fuerte de San Cristóbal: a la izquierda el parapeto y el glacis, a la derecha el foso y la escarpa

Camino cubierto hacia la Puerta de Mérida: a la izquierda el foso y su contraescarpa, a la derecha el parapeto y la banqueta

Camino cubierto del Hornabeque sobre el foso. Se aprecia la escarpa y la contraescarpa formando las paredes del foso

Uno de los cuatro traveses insertados en el camino cubierto del Hornabeque

En la actualidad, la mayoría de los caminos cubiertos han desaparecido, aunque aun podemos encontrarlos varios lugares:

• En el tramo desde el Puente de la Tenaza de la Trinidad hasta la Puerta de Mérida encontramos el camino cubierto casi completo. En este tramo algunos de los traveses han desaparecido, pero el parapeto está completo. Este parapeto aparece semienterrado en la parte más alta del recorrido, pero en los otros tramos se aprecian traveses, banquetas, puertas, etc..

• En el Fuerte de San Cristóbal el camino cubierto que lo rodea está conservado, y en el Hornabeque del Puente de Palmas afortunadamente está siendo recuperado. En estos lugares podemos apreciar todos los elementos del camino cubierto, y una perspectiva fantástica de cómo eran y su funcionalidad.

• En el entorno del Revellín de San Roque aparecen restos de su camino cubierto y plaza de armas, los cuales están pendientes de ser recuperados antes de que su deterioro haga imposible dicha tarea.

• Frente al Baluarte de San Vicente y junto al Revellín del Auditorio encontramos una plaza de armas, restaurada hace pocos años pero con un criterio poco acertado.

• Restos de traveses y parapetos aparecen también en el entorno del foso que rodea al Baluarte de Santa María.

Puerta de control insertada en el camino cubierto próximo a la Puerta de Mérida

Restos de un través en el camino cubierto próximo a la Puerta de Mérida

Plaza de Armas frente al Baluarte de San Vicente y junto al revellín del auditorio

Detalle del paso entre el través y el parapeto, antes de entrar en la plaza de armas